Add parallel Print Page Options

Yo soy de mi amado, y él es mío.
Él apacienta sus rebaños entre las rosas.

Quinto canto

Él

Tú, amor mío,
eres hermosa y encantadora
como las ciudades de Tirsá y Jerusalén;
irresistible como un ejército en marcha.
¡Deja ya de mirarme,
pues tus ojos me han vencido!

Tus cabellos son como cabritos
que retozan por los montes de Galaad.

Read full chapter